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jueves, 31 de octubre de 2013

SERIE DE PREDICACIONES





Domingo 22/09
LA FALSA DOCTRINA DE LA PROSPERIDAD
Por José Carvajal

·       La Teología de la prosperidad, conocida como Evangelio de la prosperidad. Varios grupos evangélicos enseñan que la prosperidad económica y el éxito en los negocios son una “evidencia externa” del favor de Dios. También es conocida como «Palabra de Fe» o «Confiésalo y recíbelo».
·       Se basan en versículos de la Biblia, como Deuteronomio 8:18 que dice: “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día”. O Mateo 7:20, “Así que, por sus frutos los conoceréis” (Reina-Valera 1960).
·       Hacen una mal-interpretación de la Biblia. Por ejemplo, el pasaje de Deuteronomio antes citado se referiría exclusivamente a un pacto entre Dios e Israel, sin ninguna relación con la Iglesia.

I.                  GÉNESIS DE LA FALSA DOCTRINA DE LA PROSPERIDAD.
A.  Se origina en la tergiversación sobre el sostenimiento del ministerio de Cristo y sus apóstoles.
1.    Los defensores del este error argumentan, “¿cómo se mantuvieron Cristo y los apóstoles?”. Luego justifican la mercadería descarada de diezmos y ofrendas diciendo que Cristo y los apóstoles cargaban una bolsa con dinero proveniente de muchos individuos.
B.  LA VERDAD. Verdaderamente durante el ministerio personal de Jesús él y sus apóstoles tenían una bolsa, o caja de fondos (Juan 12:6; 13:29). De este fondo común vivían.
1.    Había un grupo de mujeres ricas que contribuían al fondo (Lucas 8:1-3; Mateo 27:55).
2.    Leemos de varias ocasiones en que Jesús fue invitado a comer en diferentes casas (Lucas 9:38 y sig.; Mateo 9:10 y sig.).
3.    Cuando menos algunos de los apóstoles eran personas de buenos medios económicos:
a.    Mateo pudo hacer un banquete para Jesús, Lucas 5:29.
b.    El padre de Juan y Jacobo era de medios, pues tenía jornaleros, Marcos 1:20.
c.     Durante la comisión limitada, al irse los apóstoles por diferentes pueblos, fueron mantenidos por las casas que visitaron (Mateo 10:9-14).
4.    Todo esto fue antes de ser establecida la iglesia, luego de ello, la iglesia es mandada a hacer una sola ofrenda semanal (1 Corintios 16:1-2). Con ella se sostendría toda la obra de la iglesia local.
a.    Pero aún así, en la Gran Comisión, los apóstoles a veces se mantuvieron con los trabajos de sus propias manos (Hechos 20:34; 18:3).
b.    A veces recibieron salario de iglesias (2 Corintios 11:8; Filipenses 1:5; 4:14-16).

II.   NEGOCIANTES DE LA PALABRA CON LA FALSA DOCTRINA DE LA PROSPERIDAD.
A.  Todo esto que hemos estudiado en el punto uno, podemos leerlo en las Escrituras, y no se parece en nada a la falsa doctrina de la prosperidad que los evangélicos predican.
1.    Igual que los programas que salen a medianoche ofreciendo productos mágicos con satisfacción garantizada, se presenta el evangelio y a nuestro Señor Jesucristo como mercaderías o productos.
a.    Se invita al pecador para que venga a ser un empresario, que tendrá prosperidad económica, salud y todos sus problemas solucionados.
B.  Los predicadores de la teología de la prosperidad prometen a las gentes que solamente tienen que darles dinero a ellos, y que ellos orarán para que Dios les devuelva lo que han dado, incluso multiplicado por 100. Citan Marcos 10:30, y luego dicen:
1.    “Usted da 1 por causa del evangelio y 100 pertenece a usted, de usted 100 y reciba 1000, de usted 1000 y reciba 100,000. Sé que usted sabe multiplicar. De usted una casa y recibirá 100 casas, o de usted el valor de una casa y reciba 100 veces su valor. De usted un avión y recibirá 100 veces más el valor del avión. De un carro y recibirá de recompensa de carros para toda la vida.”
2.    Con su doctrina contradicen lo que dijo Cristo en Mateo 6:19, “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladronas minan y hurtan”.
C.  Entre estos falsos maestros e iglesias hay quienes enseñan que la cifra 666 significa prosperidad, y sus miembros se tatúan con dicho número.
1.    Interpretan arbitrariamente -1 Reyes 10:14; 2 Crónicas 9:13 y Apocalipsis 13:18- como símbolos de prosperidad.
2.    Rta. Todo esto es pura adivinación. El contexto de estos versículos en Reyes y Crónicas menciona otras cifras. ¿No deberían significar algo?
a.    En Esdras 2:13 el “666” significa un número más entre muchos, o sea, nada.
b.    Pero en Apocalipsis 13:18, significa esclavitud, maldad, falsa religión, idolatría, la bestia, lo demoniaco, el puro fracaso humano porque el “6” es número de hombre, no llega a “7” que es perfección divina.
c.     Los que se tatúan el “666”, se tatúan el número de la doctrina idolátrica de la “prosperidad”.

III.          LA GRAN MENTIRA DE LA CONFESIÓN POSITIVA.
A.  También enseñan que “todo lo que confiesas y declaras lo obtienes”.
1.    Esto es doctrina metafísica. A caso ¿Dios es nuestro esclavo, y nosotros su Señor?
B.  A estos falsos maestros de la confesión positiva y a los "zombis" que les siguen no se les ocurre pensar que lo que ellos pueden confesar o decretar pudiera estar en conflicto con lo que Dios ha decretado en la eternidad (Isaías 46:9-11).
C.  La enseñanza que el cristiano debe seguir es la de Cristo, y ésta la leemos Santiago 4:13-16.

CONCLUSIÓN:
·       Los Evangélicos que predican la falsa doctrina de la prosperidad, hacen del vano dinero su falsa “Tierra Prometida”, “…de cierto os digo que ya tienen su recompensa” (Mateo 6:2).
·       Esta falsa doctrina de la prosperidad, condena a todos los que viven en pobreza.
·       Recuerde que la iglesia es mandada a hacer una sola ofrenda semanal (1 Corintios 16:1-2). Esta única ofrenda es suficiente para sostener toda la obra de la iglesia local.


Domingo 29/09
LA PROSPERIDAD DESPUES DE LA AFLICCION
Por Inés Pacheco

INTRODUCCIÓN
·       Génesis 15:13-14, “Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza”.
·       La prosperidad es algo que Dios promete al creyente, pero para tenerla muchas veces tenemos que pasar por tribulaciones, como le paso al pueblo de Israel.
·       Dios quiere que seamos prosperados tanto físicamente como espiritualmente.

I.                  Dios le hizo la promesa a Abram que su descendencia en cuanto a la carne seria prosperada.
A.  Pero también se le dijo que iba a ser atribulada.
1.    El pueblo de Israel fue sacado de la esclavitud de Egipto (Éxodo 12:40-41).
a.    “El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años.  Y pasados los cuatrocientos treinta años, en el mismo día todas las huestes de Jehová salieron de la tierra de Egipto”.
2.    Salieron prosperados como Dios se los prometió (Éxodo 12:35-36).
a.    “E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés  pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos. Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios”.
B.  Unas de las causas para que este pueblo pudiese permanecer en las promesas de su prosperidad, era que tenía que obedecer a Dios y ser afligidos para ver si permanecían fieles a su palabra (Deuteronomio 8:1-3; ver también 28:2-3,8-12; 10:12-13).
1.    8:1-3. “…para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”.
2.    Este texto se lo mostro nuestro Señor Jesucristo a Satanás cuando lo tentó en el desierto. Mateo 4:4,  Él respondió y dijo: “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
3.    Muchas veces la palabra de Dios, no produce los frutos en las personas porque se afanan por las riquezas y los afanes de esta vida. Lucas 8:14, “La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto”.
4.    Cuando el diablo le ofreció a Cristo todas las riquezas de este mundo en Lucas 4:5-8, nuestro Señor Jesucristo le citó Deuteronomio 6:13, “A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás”.
C.  Los que obedecen la ley de Dios son bendecidos.
1.    Salmos 1:1-3.
2.    Deuteronomio 28:1-13.
D.  Dentro de estos mandatos Dios les mando dar el diezmo, las primicias, entre otros (Levítico.  27:30-34; Proverbios 3:9-10; Malaquías. 3:6-10).
E.   Dios les prometió la tierra de Canaán Génesis 17:8.
1.    Ellos prosperaron en ese lugar Deuteronomio 8:5-10.
2.    Pero entre más Dios, les prosperaba; más se alejaban de Él y no reconocían que Él les daba todo (Oseas 2:2-5,7-8).

CONCLUSIÓN
·       El tiempo es corto, y por ello resumo algunas cosas que debo decir de  las demás gentes del Antiguo Testamento, por  ejemplo, todas  las aflicciones que sufrió el patriarca Jacob; su hijo José, cómo después de haber pasado tribulaciones, Dios le prospero. Contrario al pueblo de Israel, ellos fueron fieles hasta  el fin.
·       Y que podemos decir del patriarca Job, aunque Satanás les mato a sus  hijos e hijas y le destruyo sus propiedades, le dio esa enfermedad, que tuvo que padecer, y aun su mujer  y sus amigos aunque le vituperaban, no dejo de ser fiel al Creador, porque tenía su mirada puesta en Dios.
·       Muchas personas por avaricia a las riquezas y su bienestar se apartaron de la fe (1 Timoteo 6:5-10; 2 Pedro 2:3). La prosperidad no puede ser motivo para alejarnos de Dios (Deuteronomio 8:11-20).



Domingo 06/10
LA PROSPERIDAD
Por Manuel Torrealba

(“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” 3 Juan 1:2)

Introducción:
·       La prosperidad que la mayoría busca es la material y esto es algo natural en el ser humano, porque a nadie le gusta pasar necesidad.
·       La prosperidad material también puede ser un alma de doble filo, debido a que nos ciega y no vemos nuestras necesidades espirituales.
·       Dios quiere que todos nosotros seamos prosperados, pero ¿cómo? ¿En qué forma?

I.                  PROSPERIDAD MATERIAL.
A.  Dios es quien la otorga.
1.    Legalmente (Efesios 4:28).
a.    Trabajando (1 Tesalonicenses 4:11).
2.    Para compartir: Es mejor dar, que recibir (Hechos 20:35).
B.  Se la dio al pueblo judío (Deuteronomio 8:18).
1.    También se la quitó.
a.    Con la destrucción de Jerusalén (Marcos 13:1, 2).
C.  Job también la recibió y la perdió (Job 1:1-3 y 42:1-15).
D.  Las riquezas son inciertas (1 Timoteo 6:17).
1.    Causan ceguera (1 Timoteo 6:9-10; Apocalipsis 3:17-19).
II.               LA PROSPERIDAD DEL INCRÉDULO.
A.  Nace por el amor al dinero.
1.    La arrogancia y la altivez los corona (Salmo 73:1-9).
2.    Robando al trabajador (Santiago 5:1-5).
III.           LA PROSPERIDAD DEL CREYENTE.
A.  La prosperidad del creyente es integral.
1.    DIOS quiere que prosperemos en todas las cosas (1 Juan 1:2).
a)   No depende de DIOS solamente (2 Crónica 32:7).
b)   Nosotros tenemos que hacer y querer (2 Corintios 8:11).
2.    EL promete darnos cien veces más de lo que podamos perder (Mateo 19:29).
a)   Pero esto se refiere a los que sufrieron pérdidas por causa de obedecer al evangelio con persecuciones en el primer siglo: “por causa de mí y del evangelio” “ahora en este tiempo”, “con persecuciones” (Marcos 10:29-30; Hebreos 10:34).
b)   De igual modo, hoy día recibimos “cien veces más” por causa de obedecer a Cristo, la solidaridad de los hermanos cuando sufrimos pérdidas materiales (Mateo 25:35-39).
3.    El creyente que haga o tenga mucho dinero, no debe depositar su confianza en ese dinero (1 Timoteo 6:17-19).
B.  Son necesarias las tribulaciones
1.    Dios las permite
a)   Para probar tu fe (1 Pedro 1:7).
b)   Para medir tu capacidad (1 Corintios 10:13).
c)    Para probar tu amor por ÉL (Hebreos 10:34).
IV.           LA PROSPERIDAD ESIRITUAL.
A.  Son las verdaderas riquezas.
1.    En los cielos (Mateo 6:19,20).
2.    Eternas (Colosenses 2:1-3).

CONCLUSIÓN: De manera que todos debemos de buscar la PROSPERIDAD en todos sus aspectos, tanto en lo material (dinero, salud física, mental y moral ) como en lo espiritual para que no tengamos ninguna necesidad y podamos llevar una vida de dicha y felicidad, sabiendo que nuestro trabajo no es en vano, porque DIOS quiere que estemos bien (1 Tesalonicenses 4:9-12).                            



Domingo 13/10
LA PROSPERIDAD DEL CREYENTE Y LA OFRENDA
Por Jose Carvajal


INTRODUCCIÓN
·       ¿Le han dicho alguna vez: “Si acepta a Cristo sus problemas de dinero acabaría, o compre la cruz bendecida, el aceite ungido, o diezme y prosperará”? Déjeme decirle que vilmente le mintieron.
·       Dios nunca prometió que no enfrentaríamos aflicción por problemas económicos en este mundo.
·       Al contrario, el mismo Señor Jesucristo nos dice en Juan 16:33, “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
·       Pero a fin de canalizarlas y regularlas, nuestro amoroso Dios estableció un patrón para ello, se trata del mandamiento de la colecta en 1 Corintios 16:1-2.


I.                  El MANDAMIENTO en 1 Corintios 16:1-2, es el ÚNICO plan de Dios para las iglesias locales recoger fondos para su obra de benevolencia, evangelismo y edificación.
A.  Había uniformidad de práctica en las iglesias del Nuevo Testamento (1 Corintios 4:17).
1.    Lo que una hacía, lo hacían las demás ¡No es cuestión de opción!
2.    Si los corintios tenían que actuar según las iglesias de Galacia, las iglesias de Cristo de hoy en día tienen que actuar según la iglesia en Corinto, del siglo primero (recuerde el  patrón, modelo o dechado 1 Corintios 4:17; 11:16; 7:17; 14:33; 2 Timoteo 1:13).
3.    Otros medios para obtener dinero las iglesias, no son más que explotación y mercadería religiosa con que manipulan la fe ingenua de muchos (2 Pedro 2:3; Judas 11, 16).

II.               MANDAMIENTO “SEGÚN HAYAMOS PROSPERADO”.
A.  Cada uno ofrenda, basándose en sus bendiciones recibidas del Señor (Santiago 1:17).
1.    Véase Lucas 12:48. Compárese Deuteronomio 16:17. Así enseña el Nuevo Testamento.
B.  2 Corintios 8:9, Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”


III.           RESULTADO DE LA OBEDIENCIA.
A.  2 Corintios 9:12, “Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios”.
B.  2 Corintios 8:15, “como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos”.
1.    Pablo menciona el caso de Israel al recoger el maná (Éxodo 16:16-18).
a.    Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer”.
2.    Así es con los bienes de esta vida: si hay amor y consideración, los que tienen más compartirán con los que están necesitados, y de esta manera nadie sufrirá (Cf. Efesios 4:28; 1 Timoteo 6:17-19; Mateo 25:34-45).
3.    La igualdad, en el caso del maná, ilustra la igualdad con respecto a la colecta.
a.    Como algunos recogieron más que otros, así en la vida material hay quienes tienen más bienes que otros.
b.    Pero como en el caso del maná todos tuvieron suficiente, cuando se aplican las instrucciones del Señor a Su pueblo, resulta que hay igualdad en que ahora nadie está sufriendo; todos están libres del sufrimiento.

CONCLUSIÓN
·       2 Corintios 9:6-10 [Salmo 112:9]. Pablo apela a un principio de Dios que tiene aplicación, no solamente en el campo físico, sino también en el espiritual.
1.    Si se siembra poca semilla, no se puede esperar cosecha abundante. Esto lo sabemos muy bien. Pero también es cierto en lo espiritual.
2.    La razón para todo esto se basa en el sencillo hecho de que Dios nos mira en esta vida de prueba y juzga nuestros motivos. Colosenses 3:23-24 bien lo explica, como también Mateo 25:40 y Lucas 16:9-14.
3.    Nadie puede decir que no tiene para ofrendar. El Dios poderoso hace que todo servidor suyo tenga lo suficiente para poder abundar en toda buena obra (Hebreos 13:5-6). Pablo está citando: Deuteronomio 31:6, 8; Josué 1:5;  1 Crónicas 28:20; Salmo 118:6; 56:4.