INTRODUCCIÓN:
·
Debemos
reconocer que cuando leemos la Biblia, lo hacemos bajo la influencia de nuestra cultura.
I. DEBEMOS ESTAR CONCIENTES DE
NUESTRA PROPIA COSMOVISIÓN.
A.
La cosmovisión es la práctica de la observación de las costumbres de los
pueblos, es la forma en que vemos e interpretamos el mundo.
B.
Bien, vamos a mirar esta foto de unos pececitos, vamos a pensar en su
mundo:
1.
¿Saben ellos que están mojados?
¿Qué pensarán del agua? No mucho pienso yo, a menos que llegue a faltar el
agua, pero mientras están en el agua ni se dan cuenta que están ahí.
2.
Así es la cultura, la cultura nuestra, estamos inmersos en una cultura,
vivimos dentro de una cultura como peces en la pecera, y muchas veces ni nos
damos cuenta de cómo nos afecta, como nos influye, en cómo afecta la forma en
que pensamos y tomamos decisiones.
II. VEMOS EL MUNDO ACTUAL CON NUESTRA
COSMOVISIÓN, ASÍ INTERPRETAMOS LAS CULTURAS FORÁNEAS, SEAN PUEBLOS CONTEMPORÁNEOS
O BÍBLICOS, ETC.
A.
Es importante reconocer que la
Biblia no fue escrita en América o Europa, no fue escrita en el siglo 20 sino
con otras costumbres, otras prácticas y muchas veces nosotros necesitamos
profundizar un poco para comprender lo que estamos leyendo en la Biblia.
B.
Al leer la Biblia usamos lo que
sabemos del mundo para comprender el mundo de la Biblia.
C.
Lucas 15:11-16. Un profesor de teología que
viajaba a varios países, preguntó a sus alumnos de distintas nacionalidades “¿Porque
tenía hambre el hijo pródigo?”. Y respondieron:
1.
Un estadounidense: “es porque ya todo el dinero que
tenía lo despilfarró, no tenía nada para comer porque era irresponsable”.
a.
La palabra “prodigo” se refiere a uno que desperdicia, que es un gastador.
2.
Mientras que un ruso dijo: “es porque hubo escases (v. 14) y cuando hay un hambre así, todo
el mundo tiene hambre, nadie tiene para comer”.
a.
¿Pero porque pensó en eso? la historia de su país ha vivido grandes
hambrunas, que nosotros no hemos vivido, pero muchos países sí, y con eso se
identificaba.
3.
Un africano contestó: “porque estaba lejos de su pueblo
y su familia, lejos de su tribu y todos los que podrían ayudarle, por eso tenía
hambre, le faltaba la comunidad”.
a.
Nosotros no pensamos en comunidad, pero allá sí, y reconocían que un
muchacho sólo, lejos de su gente fácilmente se metería en problemas, fácilmente
padecería hambre.
b.
Es la misma historia en los tres casos y no cambia lo que Jesús quiere
enseñarnos, pero las interpretaciones de cada alumno son distintas:
despilfarro, hambruna, sin comunidad.
D.
Nosotros también muchas veces leemos distintos detalles
pero no el punto más importante.
1.
Muchos editores de la Biblia también lo hacen, y titulan esta parábola “la parábola del hijo pródigo”, y
nosotros repetimos lo mismo.
2.
Pero hay algunas excepciones como la versión SCOFIELD que subtitula “el
hijo perdido”.
a.
Ambos títulos son diferentes, no es lo mismo “pródigo” (despilfarrador) que “perdido”,
sin embargo ninguno de los dos toca el tema central y personaje principal de la
parábola.
CONCLUSIÓN:
· Interpretamos la Biblia con
nuestra cosmovisión, y somos influenciados por todo esto, por las ediciones,
por nuestras experiencias como los estudiantes de teología por sus experiencias
particulares en sus países. Continuará…
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