Traducir - Translate. [Este blog se ve mejor con Google Chrome]

lunes, 25 de marzo de 2019

“Y Se Desanimó El Pueblo Por El Camino” - 1. Al principio de la crisis iban desapareciendo y aumentando el costo de los pocos productos alimenticios que habían en los anaqueles, ahora...


“Y Se Desanimó El Pueblo Por El Camino”
Por José Carvajal
Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.” (Número 21:4)

INTRODUCCIÓN:
·       “Se desanimó el pueblo por el camino”. Otras versiones dicen “se impacientó” LBLA; “perdió la paciencia” BLA; “se desesperó” BLS.
·       Frecuentemente hay desaliento en­tre el pueblo de Dios y a veces pasamos por valles de de­presión, por sequías espirituales, pero nada comparado con lo que hoy día vivimos, particularmente nunca habíamos tenido una guerra del maligno contra ésta iglesia de Cristo como la que estamos atravesando ahora (cf. Apocalipsis 12:17).

I.               EL DESALIENTO, ARMA DEL ENEMIGO CONTRA LA IGLESIA.
A.   Cuando Israel peregrinaba por el camino desértico anhelaba los bienes de la vida anterior: “¡Quién nos diera a comer carne! Nos acor­damos... (De) Egipto” (Número 11:4, 5).
1.    Decían: “… ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?” (Número 14:1-3).
B.   Es importante notar que en las regiones desérticas de los países del Medio Oriente, hoy día muchos pueblos navegan con sus familias sobre  camellos, colocándoles una tarima fijada sobre lo que sería una especie de silla de montar sobre el camello, en ella viajan sentados la esposa, los hijos y pertrechos, etc., y puede apreciarse como aparecen asomadas progresivamente en caravanas estos itinerantes desde un punto del desierto y se van ocultando por el otro extremo del paisaje como un espejismo.
1.    También hay cualquier cantidad de serpientes y escorpiones. Cuenta los soldados de la invasión a Iraq, que cada mañana tenían que sacudir sus ropas y vaciar los escorpiones que se introducían en sus botas.
C.   Por cuarenta años el pueblo de Israel viajó en desiertos semejantes (Hechos 7:36, 42; 13:18) y nunca les picaron o mordieron los escorpiones y serpientes, ni siquiera se les hincharon los pies (Nehemías 9:20-21), salvo cuando estos se rebelaron contra el Señor fueron mordidos por las serpientes y Dios les mandó a mirar la serpiente de bronce para que sanaran (1 Corintios 10:9; Número 21:4-9; Salmos 78:18-21), lo cual es un tipo de la crucifixión de Cristo (Juan 3:14).
D.   Es cierto que hasta hace pocos años atrás comíamos con regularidad los alimentos básicos, y cada día se hace más difícil comprarlos.
1.    Al principio de la crisis iban desapareciendo y aumentando el costo de los pocos productos alimenticios que habían en los anaqueles, ahora hay un  poco de variedad pero nunca como los que estábamos acostumbrados a ver y comprar.
2.    Hoy no podemos comprarlos aunque los hay con alguna regularidad porque el salario mínimo de un mes te alcanza solo para comprar 4 o 3 kilos de harina de maíz, o un kilo de grano (frijoles) y un kilo de arroz. Y cada día que pasa es peor la situación.
E.   Sabemos que el camino de Cristo es un camino angosto (Mateo 7:14), pero en él también hay momentos de bonanza, no murmuremos pese a todo este sufrimiento (cf. 1 Corintios 10:9-11).
1.    A veces es difícil no ser de “doble ánimo” (Santiago 1:8; 4:8; Mateo 6:24).
2.    Persecución, prisión y muerte era algo frecuente que sufría la iglesia primitiva (Hechos 5:40-41; 23:11; 8:1-3; 11:19).
3.    Pero Dios ofrece siempre una salida a las tentaciones y pruebas (1 Corintio 10:13; Hebreos 2:18). El caso de Job ilustra este punto: Dios permitió que Satanás tentara a Job causando grandes tragedias en su vida (muerte de sus hijos y pérdida total de sus bienes materiales, además, para rematar, le causó una enfermedad incurable), pero Dios le puso límites a lo que podría hacer (Job 1:12).
F.    Si a lo que nosotros padecemos por causa de la crisis en el país, le añadimos los problemas:
1.    Desalojo reciente del local del Paraíso, donde nos reunimos por once años (nov 2007-febrero 2019).
2.    El impedimento para reunirnos en la casa que prestó nuestro hermano, donde solo nos reunimos dos domingos porque un vecino (con una supuesta querella legal) derribó el acceso (escaleras) a la vivienda, nos da un “coctel” de razones para sentir desánimo.
3.    Y aunque estos eventos no son una “persecución” en sí, es obvio que es un ataque del maligno para dañar nuestra autoestima y fe, cosa que no logrará, pues, al recordar las palabras del Señor “el Hijo del hombre no tiene dónde recostar su cabeza” (Mateo 8:20), se eleva más nuestra confianza en el Señor a un nivel de compromiso espiritual.

CONCLUSIÓN
·       Hoy nos reunimos aquí, en uno de varios lugares que por más de una década hemos usado para estas contingencias, y que nos trae a la memoria momentos de conversiones de hombres y mujeres que dejaron y van dejando sus huellas en esta casa de Dios, la iglesia de Cristo (Romanos 16:16).
·       No debemos sentir temor por la crisis, etc. (cf. Mateo 24:6), el Señor sabe cuándo, dónde y cómo cambiar esta situación, y mientras ésta pasa, Él nos alentará con Su Palabra (cf. Deuteronomio 31:6; 1 Samuel 17:32; Marcos 6:49-50).
·       No dejemos de asistir a las reuniones de la iglesia, reúnase esta donde sea (Hebreos 10:24-25; 13:13-14), porque el Señor siempre estará allí donde está su cuerpo (Mateo 18:20; Efesios 5:23).

No hay comentarios: