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sábado, 29 de julio de 2017

"Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente" (Lucas 15:10).

ANUNCIO:
Diógenes Antonio Espinoza (Izq) y José Carvajal (evangelista)
El 18 de julio del presente año para la gloria y honra de Dios Padre, se bautizó para el perdón de los pecados (Hechos 2:38) y ser salvo (Marcos 16:16), convirtiéndose así en un discípulo de Cristo (Mateo 28:19) y noble ciudadano del reino de los cielos (Filipenses 3:20) DIÓGENES ANTONIO ESPINOZA TORUMO.
Muchas felicitaciones Diógenes, de parte de todos tus hermanos.
Adelante, marchando todos juntos en el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6).





lunes, 10 de julio de 2017

Las tempestades del alma pueden ser de muchos tipos, económicas, familiares, etc., todas son peligrosas para nuestra fe...


·       Hoy quiero hablarles un poco sobre el milagro de la tempestad, cuando los discípulos sobre la barca, estaban en medio del mar (Mateo 14:22-25).
·       Y como existen varios tipos de “tempestades”, las financieras, las familiares, etc., y las doctrinales.

A.   Juan 6:18, dice “Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba.”.
1.    Marcos dice que el Señor vio que remaban con gran fatiga (Marcos 6:48).
2.    Dice el texto que el Señor se les mostró andando sobre el mar.
3.    Llama la atención la reacción de los discípulos, dice Mateo: “Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.” (Mateo 14:26).
4.    Vamos a tomar en cuenta algunas cosas para disculpar a estos hombres:
a.    Era madrugada.
b.    La figura humana que veían aparecía borrosa.
c.     El espectáculo de un cuerpo de hombre andando sobre el mar impresionaría.
d.    Ellos además creían en los fantasmas.
e.     Y dice Mateo que dieron voces de miedo.
5.    ¡Qué espectáculo! ¿Te lo puedes imaginar? Doce hombres, discípulos de Jesús, en una madrugada dentro de una barca, con un mar embravecido, dando voces de miedo.
a.    ¿Cómo serían aquellas voces? Lástima que no las tengamos escritas en la Biblia.
b.    ¿Qué dirían? ¿Y por qué tenían miedo?
B.   Aquellas voces de miedo era consecuencia de la confusión, de confundir a Jesús con un fantasma, un ser irreal. Con ese fantasma, un ser irreal, lo confundían.
1.    ¿Me permites una pregunta? ¿Tú eres cristiano?
a.    ¿Es Cristo real para ti? ¿O todavía, es como un fantasma?
2.    ¿Y por qué dice el texto de Mateo que los discípulos creyeron que era un fantasma?
a.    Simplemente porque ellos participaban de la creencia general judía de la creencia en los fantasmas y los espíritus.
3.    En el curso de una de las apariciones de Jesús, después de la resurrección, también le confundieron con un espíritu (Lucas 24:36-40).
a.    Ellos creían en los fantasmas, y también en los espíritus.
4.    En otra ocasión, dice Lucas en el libro de los Hechos, que cuando el apóstol Pedro salió de la cárcel, y fue corriendo a la casa donde estaban los discípulos reunidos, llamó a la puerta. Leamos lo que dice Lucas en Hechos 12:13-16.
a.    Creían en las apariciones de los ángeles, creían en los espíritus, creían en los fantasmas y no creían en lo que deberían haber creído, en el poder de la oración.
b.    Porque parece una ironía que estuviesen orando para que Dios liberara a Pedro, y cuando Pedro se presenta allá, después de haber sido liberado, no creían que fuese Pedro. ¿Entonces para qué orar?
C.   Ahora, en el milagro de la tempestad, al contemplar aquella forma humana andando sobre las aguas, pensaron inmediatamente en un fantasma, se turbaron, y dieron voces de miedo.
1.    Los discípulos, en verdad, no eran muy valientes que digamos. Sabían que un cuerpo de hombre no podía sostenerse sobre las aguas, les era difícil aceptar el milagro.
a.    Marcos nos dice por qué, ¿por qué dieron voces de miedo, y por qué no creyeron en el milagro? (Marcos 6:52). La fe de los discípulos claudicó.
2.    Cristo es el refugio contra toda tempestad, cuando ellos daban voces de miedo, apareció la voz amiga.
a.    ¿Recuerdas que María Magdalena reconoció al Señor cuando oyó su voz? (Juan 20:14-16).
b.    Lo mismo pasó aquí, Cristo se da a conocer por su voz, era una voz amiga, era una voz que tranquilizaba, era una voz que infundía aliento, era una voz que remitía el miedo y que hacía renacer la esperanza. Cristo les dijo… ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! (Mateo 14:27).
3.    ¿Cómo atendemos a la voz del Señor hoy? (Juan 10:27; Hebreos 1:1-2; Efesios 3:4; Hechos 8:28).
a.    Si perseveramos en la doctrina de los apóstoles, en el culto (los cinco actos), haciendo vida en la iglesia (Hechos 2:42, 47), mostramos que hemos escuchado su voz y somos de sus ovejas.

CONCLUSIÓN:
·       Las tempestades del alma pueden ser de muchos tipos, económicas, familiares, etc., todas son peligrosas para nuestra fe, pero ninguna de ellas nos apartan inmediatamente del Señor, o al menos, así suele pasar.
·       Pero cuando un cristiano comienza a visitar o escuchar a las iglesias sectarias, se introduce voluntariamente en “tempestades” doctrinales. Este tipo de “tempestades” si te apartan inmediatamente de Cristo (2 Juan 9-11), porque te contaminas al hacerte partícipe de los demonios (1 Corintios 10:21). 


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