ENCONTRAR A CRISTO

ENCONTRAR A CRISTO

Por Manuel Torrealba

(Juan 1:41)

Introducción:

• Encontrar a Cristo debe ser para nosotros, al igual para ellos Andrés (Juan 1:40-41) y Pablo (Hechos 9:3-6), un acontecimiento muy importante, tan importante que significaba que Dios los visitaba.
• Jesucristo (Dios) venía para darles libertad, esperanza, paz y un reino que no tendría fin.
• Hoy no es difícil encontrarlo, muchos piensan que está lejos, pero está más cerca de lo que creemos… “aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:27).

I.                   Su demanda (Él quiere).

A.    Arrepentirse y creer en el evangelio (Marcos 1:15).

1.      Un “reseteo” mental de lo que somos o hemos sido mientras estábamos sin Dios (Marcos 10:14).

a.      Echar todo (lo malo, lo que no es de Dios) a la basura.

2.      Poner atención a lo que Dios trae en su evangelio, es lo que nos va a convertir en nuevas criaturas.

a.      Prestar atención (1 Samuel 15:22).

b.      Nueva criatura (Efesios 4:22-24).

3.      El principio del evangelio consta de cuatro mandamientos básicos que son: creer (la fe en Dios), arrepentirse, confesar y bautizarse.

a.      Es la leche espiritual no adulterada.

b.      Los primeros pasos, el “a, b, c” (Hebreos 5:12-13).

II.                ¿Cómo encuentro a Cristo?

A.    A través de la Biblia.

1.      Las Escrituras son las que dan testimonio de Él (Juan 5:39).

2.      Ese testimonio viene del Padre (Juan 5:37).

3.      Es mayor que el de los hombres (1 Juan 5:9).

B.     A través de hombres fieles que prediquen su Palabra como está escrita.

1.      Una misma fe (2 Corintios 4:13).

C.    Finalmente llegar a la iglesia de Cristo y practicar las obras del reino.

1.      Ser fiel hasta la muerte (Apocalipsis 2:10).

2.      Hasta que Cristo venga (1 Corintios 11:26).

Conclusión:

·         Así pues, encontrar al Cristo no es difícil, si en verdad lo queremos encontrar, porque Dios nos conoce a todos y sabe las intenciones del corazón.

·         “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos” (Jeremías 15:16).

·         Nosotros buscamos la eternidad con Cristo, otros buscan su propio beneficio.