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sábado, 7 de junio de 2014

EL BAUTISMO Y LA NUEVA VIDA (1): Romanos 4:2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Rom 4:3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Rom 4:4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; Rom 4:5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. Rom 4:6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, Rom 4:7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.


Adaptado de Sermones de Wayne Partain (USA)

A.   Romanos 4:2-7, enseña que no somos salvos por “obras”, pero son falsos maestros los que dicen que “no somos salvos por el bautismo”.
1.     Estos afirman que el bautismo “es una obra como las obras de Romanos 4:2-7”.
a.     Pero las “obras” de este texto son contrastadas con el ser perdonados (v. 7): Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos”.
b.    Es decir, son las “obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho” en lugar de buscar la misericordia (perdón) de Dios (Tito 3:5).
B.   ¿Cómo nos salvó? (cf. Romanos 4:7; Tito 3:5, etc.).
1.     nos salvó… por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5).
a.     Es decir, por el nacimiento del “agua y del Espíritu…” (Juan 3:5).
b.    El bautismo es para el perdón de los pecados (Hechos 2:38; Romanos 4:7-8).
c.      Nos salvó, porque el bautismo lava los pecados con la sangre de Cristo (Hechos 22:16; 2:38; 1 Juan 1:7; 5:6). Si no ¿cómo y cuando se aplica la sangre de Cristo?
d.    Nos salvó, añadiéndonos a su iglesia al ser bautizados (Hechos 2:41, 47; Efesios 5:26).
e.      Porque en el bautismo recibimos a Cristo y Dios nos hace sus hijos e hijas (Juan 1:12; Hechos 2:41; Gálatas 2:26-27).

Conclusión:
·        1 Juan 3:1, “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”.
·        Ahora aborrecemos el pecado, y nos avergonzamos de aquellas cosas que antes amábamos y practicábamos.
·        El miembro de la iglesia que no se avergüenza de su vida de pecado probablemente volverá a ella.
·        Las personas que se han bautizado y vuelven al mundo. ¿Tenían vergüenza de esa clase de vida? Claro que no.



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