“Porque aunque tengáis diez mil
ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré
por medio del evangelio” (1 Corintios 4:15)
Introducción:
·
La Biblia menciona a dos grandes mujeres, Elizabeth
y María, que dieron a luz a dos hombres de Dios, uno de ellos sería engendrado
directamente por el Espíritu Santo (Mateo
1:20-21).
·
Jesús es nuestro Salvador, y nos dice que debemos nacer de nuevo, es
decir, ser engendrados por el Espíritu Santo en el bautismo para el perdón de
los pecados (Juan 3:3-6; Hechos 2:38).
·
Sobre esto quiero hablar, porque es necesario que las personas tengan
un nuevo nacimiento y así sean engendrados por el Espíritu Santo (Juan 1:12 -13; Hechos 2:41; Gálatas 3:26-27).
I.
Las Escrituras enseñan que significa ser engendrado según
la carne y según el Espíritu.
A.
La Concordancia
STRONG dice que la palabra “engendrar”
significa: “procrear (propio del padre y por extensión de la
madre). Engendrar (dar a luz), concebir y en sentido figurado (regenerar), esto
es nacer de nuevo”.
B.
Los hijos de la
promesa y los hijos de la carne (Gálatas
4:21-31).
1.
ABRAHAM engendro
dos hijos (v.22).
a.
El primero fue Ismael
que nació de la esclava Agar esto es según la carne (v.23).
b.
El segundo nació
por la promesa que Dios le dio a
Abraham, esto significa que fue engendrado por el Espíritu Santo (Génesis 15:1-4; 18:10-14; 21:1-2; Gálatas
4:23, 29).
1)
Los que nacen según
la carne, estos aunque la ley de Moisés fue eliminada siguen esclavos de esa ley porque no tienen la ley del Espíritu Santo (Gálatas 4:21, 23; Romanos 8:2).
2)
Los que viven según
la carne no pueden agradar a Dios, por eso, al no ser guiados por el Espíritu
de Dios no pueden ser hijos de ÉL (Romanos 8:5-14).
2.
Muchas personas han
nacido genéticamente, esto es de la carne, pero no han sido engendrados por Dios
(Juan 3:6).
a.
Estos son los que
viven conforme a la carne y no conforme al Espíritu (Romanos 8:1,5, Gálatas 5:16,24-25).
II.
Lamentablemente existen personas que no han sido concebidos por el Espíritu Santo.
A.
Nuestro Señor Jesucristo sabía que los hebreos eran
descendientes de Abraham por la carne,
pero que querían hacer las obras de su padre el diablo que es mentiroso,
homicida y no ha permanecido en la verdad (Juan
8:33-38,44).
1.
Los judíos tenían a
Abraham como su padre pero querían matar
al Señor Jesús, como Caín que era del maligno y mato a su hermano Abel (Mateo 3:7-9; Lucas 16:24-26 Juan 8:39-40; 1 Juan 3:12).
2.
Los israelitas
decían que Dios era su padre pero no amaban al Cristo (Juan 8:41-42).
a.
Como consecuencia
de esto, la palabra de Dios, igual que a los judíos que intentaban matar a
Cristo en el primer siglo, los califica como hijos del Diablo (cf. Juan 8:44).
b.
Y al que no se
encuentre bajo esta clasificación, como mínimo se encuentra cegado bajo su lazo
(2 Timoteo 2:25-26; 2 Corintios 4:3-4; 1
Juan 5:18-19).
III.
Nosotros al igual que el apóstol Pablo (cf. 1 Corintios 4:15) y demás apóstoles, como cristianos tenemos la obligación de “engendrar” hijos para
nuestro Creador.
A.
Esto solo es
posible mediante la predicación de la Palabra de Dios (Efesios
1:13; Santiago 1:18; 1 Pedro 1:22-23).
B.
Mientras no nos
convirtamos en verdaderos cristianos de
la manera bíblica:
1.
No somos concebidos por Dios.
2.
Estamos muertos en
nuestros delitos espirituales y pecados.
3.
Somos hijos de ira,
hijos de desobediencia, hijos del diablo, etc. (Efesios 2:1-3; Hechos 13:10; Tito 3:3-5).
4.
Al hacernos cristianos dejamos de tener el entendimiento entenebrecido, y ahora somos luz en el Señor (Efesios
4:17-24; 5:5-8; 1 Pedro 2:9).
Conclusión:
·
El hombre, en su condición natural, es
incapaz de recibir la luz espiritual, por cuanto carece de capacidad para
discernir lo espiritual (1 Corintio 2:14).
·
El evangelio es la luz que debemos predicar para que Dios pueda trasladar almas de las tinieblas al reino de nuestro SEÑOR JESUCRISTO (Colosenses 1:13).
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