- 1
Corintios 3:12-15, es un texto en el cual Pablo explica la construcción de la iglesia por medio de la predicación del
Evangelio.
- Oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno, paja, son los materiales usados en la construcción.
- Todo un contraste es ofrecido entre los
materiales que podrán pasar la prueba del fuego (v. 13) y los que serán consumidos (v. 14) en el día del juicio (v. 13).
- Podemos afirmar que quien
predica el Evangelio genuino, edifica con materiales preciosos, pero quien
predica otro Evangelio, construye con materiales desechables.
I.
EL CONTEXTO.
A. 1 Corintios 3:6. “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado
Dios”.
1. Después de establecer la iglesia de Cristo en Corinto, Pablo se fue a otro
lugar, y Apolos continuó la obra, predicando y confirmando (Hechos 18:1-28).
2. El predicador es sembrador de semilla (Lucas
8:4-15). A él no le toca el crecimiento, ni de él depende.
a. El poder de Dios para salvar está en el evangelio (Romanos 1:16), así como la vida está en la semilla (Génesis 1:12).
b. Algunos tuercen este para enseñar que si Dios no opera milagrosamente en el
corazón del oyente del evangelio, no puede haber vida espiritual en la persona.
1) Pero tal enseñanza no se encuentra aquí, ni en ninguna otra parte de la
Biblia.
2) ¿Acaso tiene Dios que obrar un milagro en la tierra, que ha recibido la
semilla, para que brote una planta viva? ¡Claro que no! Dios puso la vida en la
semilla. Así pues, puso la salvación en el evangelio.
B. 1 Corintios 3:7. “Así que ni el que planta es algo, ni el que
riega, sino Dios, que da el crecimiento”.
1. El que planta y el que riega no son nada comparados con Dios. El que merece
la gloria y la exaltación es Dios.
a. Desde luego el predicador es algo: ¡es servidor de Dios, como lo es todo
cristiano fiel!
b. Pero el punto de Pablo, es que es Dios quien debe ser elevado, y no el
hombre.
2. El que planta, el que riega en comparación de importancia y de mérito en
cuanto a exaltación, no son nada los dos, pero el tercero, el que obra el
crecimiento sí es algo. ¿Quién es? ¡Es Dios!
C. 1 Corintios 3:8. “Y el que planta y el que riega son una misma
cosa”.
1. El punto es que cada quien hizo su trabajo, teniendo los dos la misma meta.
La obra de los dos era importante. Los dos “son uno”.
a. Son uno en propósito, no una sola persona (como los esposos son una sola
carne, los cristianos son uno, y el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo son
uno, pero no una sola persona (Mateo 19:5;
Juan17:22).
b. Para que haya cosecha, la semilla sin agua no basta, ni el agua sin
semilla. Así que el que siembra y el que riega tienen el mismo propósito: que haya cosecha.
c. Hay unidad de propósito entre el que planta y el que riega; tienen la misma
meta. ¿Cómo, pues, se puede hacer acepción de personas entre los dos, que están
unidos?
d. ¿No era eso precisamente lo que hacían los corintios creando cabezas de dos
partidos opuestos y rivales? ¡Qué ilógica sigue esa mentalidad carnal!
2. “aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor”.
a. Aunque los dos obreros son uno en propósito, siempre son dos individuos y
Dios va a recompensar a cada uno en consideración, no de algún resultado
logrado colectivamente, sino de la labor de cada uno.
b. El servidor de Cristo menos conocido en la hermandad no recibirá de Dios
menos que el más conocido, si su labor ha sido de igual medida a la vista de
Dios.
c. Tampoco recibirá más el evangelista de renombre global, si su labor no ha
sido más. La labor es la medida, no el renombre o la popularidad del obrero.
d. ¿Quiero yo buen salario (recompensa)? Entonces ¡que haga buen esfuerzo
(labor)!
II.
NO TODOS SON DE MATERIALES DURADEROS.
A. Cuando enseñamos
en la iglesia no debemos sorprendernos al ver que algunos no continúan siendo
fieles porque no todos son de material duradero.
1. 1 Corintios 3:12. Pablo usa este lenguaje figurado, y aunque menciona seis tipos de materiales, es
importante notar que está señalando dos clases diferentes de materiales con que
edifica sobre el fundamento.
a. Los primeros tres (oro, plata, piedras preciosas) resisten el fuego.
b. Las otras tres (madera, heno, hojarasca) no duran frente al fuego, no lo resisten.
2. Los dos grupos representan los convertidos por la predicación del
evangelista.
a.
A algunos que nosotros enseñamos y entran en Cristo
son de material duradero, mientras que otros no.
b. Debemos tener mucho cuidado en la obra de construcción (predicación y
enseñanza, v. 10), pero no somos
responsables por la fidelidad de los conversos (v.v. 14, 15).
III.
LA OBRA DE CADA UNO SE HARÁ
MANIFIESTA.
A. 1 Corintios 3:13. El fuego mismo probará la calidad de la obra de cada
uno.
1. A los que
hayamos enseñado van a ser probados.
a. Las pruebas son
simbolizadas por la palabra “fuego”.
b. El punto que Pablo enfatiza aquí, es que “la obra de cada uno se hará
evidente” (L.B.L.A.). La obra de
cada evangelista y maestro de Biblia será hecha manifiesta, porque el día
la va a declarar. Nadie va a poder
esconder la calidad de dicha obra. Será expuesta.
2. En la vida batallamos con las llamas “del fuego de prueba” (1 Pedro 4:12; Efesios 6:16).
a. Pero el día final, cuando Cristo venga la segunda vez, revelará la obra que
es duradera como lo es el oro, la plata, y las piedras preciosas.
b. Y también revelará la obra que no resistirá la prueba del fuego, como no
resisten el fuego la madera, el heno, y la hojarasca.
c. El fuego aquí se asocia con el día final (2 Tesalonicenses 1:7-8; Hebreos 12:29).
3. Este fuego figurado va a probar para manifestar el engaño, la venida de
Cristo revelará el carácter genuino de cada persona convertida inicialmente por
el evangelio.
a. El pecado y la falsa doctrina que el cristiano profesó no puede pasar la
prueba de la venida de Cristo, como tampoco puede la madera, el heno, y la
hojarasca resistir el fuego.
B. 1 Corintios 3:14. Aquí no se trata de la salvación eterna del obrero.
1. La recompensa (o salario), y la pérdida (v. 15), son dos cosas aparte de la salvación.
2. La fidelidad hasta la muerte de parte de la persona convertida a Cristo
ocasiona para el predicador que le convirtió mucho gozo.
a. Es como una corona para él (Filipenses
4:1; 1 Tesalonicenses 2:19-20).
b. Esta es su recompensa. Véanse también (2
Corintios 1:14; Filipenses 2:16; 3 Juan 1:4; Daniel 12:3).
3. Por supuesto,
queremos que a los que hayamos enseñado sean de material duradero y si son así,
entonces nos serán de gran premio.
C. 1 Corintios 3:15. Este pasaje se refiere al
tribunal de Cristo (2 Corintios 5:10).
1. Si el evangelista o maestro de Biblia convierte a alguno que no persevera por ser de
material perecedero:
a. Sufrirá la pérdida de su labor en esa persona (Gálatas 4:11; Filipenses 2:16; 1 Tesalonicenses 3:5; cf. 2 Corintios 7:9), sin embargo eso no tendrá nada que ver con su propia salvación.
b. Nos sentiremos
tristes al ver la pérdida de sus almas, pero Dios nos va a salvar aunque
nosotros también tendremos que pasar por pruebas.
2. Son completamente falsas y fuera de contexto las doctrinas que afirman que
el evangelista sincero pero ignorante de la verdad será salvo (predestinación,
etc.).
a. El “fuego” que probará a las obras del evangelista también lo probará a él.
b. El mismo “fuego” que consume, o no, su trabajo también lo prueba a él.
c. Si ha edificado encima del fundamento correcto (1
Corintios 3:10), la segunda
venida de Cristo lo revelará y será salvo, a pesar de cualquier pérdida en sus
conversos.
1) Será salvo como por fuego; será de esta manera.
2) Su salvación no depende de la fidelidad de sus conversos, sino de haber
predicado fielmente todo el consejo de Dios (Hechos 20:20-27; cf. Ezequiel 3:16-21).
CONCLUSIÓN:
- La frase “la
obra de cada uno”, se refiere a los individuos a quienes
enseñamos.
- Los
diferente materias de construcción, se refieren los individuos que van a
resistir las pruebas y a los que no.
- Las obras de aquí, no tienen que ver con ganar o perder la salvación.
- Las obras que son valiosas (como el oro, etc.) permanecen.
- Las que son de madera, etc., a fin de cuentas, no vale para nada.
- Las recompensas (o la pérdida de ellas) pertenecen solamente a los
cristianos.
IGLESIA DE CRISTO VENEZUELA
Correo Electrónico:
iglesiadecristo.vzla@gmail.com
Reunión: Todos
los domingos de 2:30 p.m. a 5:00 p.m.
Dirección: Edif. Unidad Resid. Paraíso, Súper Bloque 3, Local
Centro Cultural Cesar Rengifo, Calle Loyola, El Paraíso, Av. Páez, Caracas (subiendo la calle al lado del
estacionamiento GN después de la Policlínica GN).
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