(Mateo 5:4, Los que lloran)
Introducción:
·
Mateo 5:4, “Bienaventurados los que lloran, porque
ellos recibirán
consolación.” (p.p. Lucas 6:21).
·
Jesús no se
refiere a todo el que llora en el mundo, tampoco promete bendición para aquellos pesimistas
que viven todo el tiempo lloriqueando (es
decir, quejándose) por su “mala suerte”.
I. JESÚS PRONUNCIA
ESTA BENDICIÓN SOBRE SUS DISCÍPULOS (Lucas 6:20-21).
A. Estos son los que lloran:
1. Por los pecados propios (Santiago 4:8-10).
a. La persona que siente aflicción mental por sus pecados, lamentará y
llorará (Mateo 26:75; Lucas 7:38; 18:13).
b. El que no se arrepiente, después cuando ya sea tarde, llorará por su
estado perdido eterno (Lucas 6:25; 2 Tesalonicenses 1:7-9).
2. Por los pecados de otros (1 Corintios 5:2; Filipenses 3:18; 2
Corintios 2:4).
3. Por la incredulidad, el sufrimiento y la tristeza
que hay en el mundo (cf. Juan 11:33-53).
B.
El cristiano sabe que por
el momento y por un tiempo breve tiene que sufrir grandes
sacrificios personales y aflicciones (1
Pedro 5:9-10).
1.
Y también sabe que será
consolado (2 Corintios 4:17).
CONCLUSIÓN
1. ¿Cómo es posible que los que “lloran” sean
“bienaventurados” (felices)? Porque saben que serán consolados.
2. Jesús NO promete esta bendición para todos los que en
esta vida lloran. Sino solo a sus discípulos.
3.
¿Quiere usted ser un discípulo de Jesús? (Juan
8:31-32).
(Mateo 5:4, Los que lloran / 2da. Parte)
INTRODUCCIÓN:
- Muchos han
sido enseñados a creer que “los hombres no lloran”, que las lágrimas deben
ser evitadas si quieren ser felices. El Señor Jesucristo nos enseña que eso
no es verdad.
- Mateo 5:4, “Bienaventurados los que lloran, porque ellos
recibirán consolación”. Jesús habla “llorar” como se llora la muerte
de un ser querido. Significa llorar
intensamente. Ciertamente hay alguna tristeza que debe ser
aceptada, porque la verdadera felicidad sin ella sería imposible.
- Lucas 6:21, “Bienaventurados los que
ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora
lloráis, porque reiréis”. Cf. Mateo
5:6, ¿Qué significa
tener hambre y sed de justicia?
I.
JESÚS DESCRIBE A UN VERDADERO DISCÍPULO DE ÉL (Apocalipsis 14:4).
A. Tenemos que concluir que
los que “tienen hambre” y “los que tienen hambre y sed de justicia” (Mateo 5:6), son los mismos.
B. ¿Qué significa tener hambre y sed de justicia?
1. Pregúntese primero, ¿qué
significa tener hambre y sed? Son dos de los
apetitos más fuertes. ¿Cuántos de
nosotros hemos tenido verdadera hambre y sed?
a. Muchos en el mundo están muriendo de hambre, enfermedades y por las
guerras, etc.
b. Por el hambre, muchos en el
mundo maldicen, blasfeman y reniegan de Dios.
2. El hambre en el mundo no es culpa de Dios, Él promete guardar al justo (cf. Salmo 37:25).
a. El problema es que muchos voluntariamente están alejados de sus
mandamientos y promesas, por ignorancia, dureza de corazón y engaño del Diablo (Efesios 4:17-18; 2:2).
b. Una promesa es el mandamiento de ofrendar en su iglesia (2 Corintios 8:14-15; 9:6-10). Pero
muchos lo hacen en las sectas denominacionales, apoyando la división y el
error.
3. Pero algún hermano (a) se
preguntará ¿pero si yo ofrendo cada domingo, por qué estamos
viviendo esta hambruna general? O ¿por qué a mí en particular me ocurre ésta
escases?
a. Pregúntese también ¿si todo este tiempo ha estado ofrendando según Dios le ha prosperado o
según lo que tiene, sin tristeza o por necesidad, dando al Señor con alegría? Esta puede ser una razón. Si lo es,
entonces usted “llora” es por lo escaso
que sembró.
b. Otra razón pueden ser el haber tenido tiempos de abundancia y no haber
tomado en cuenta el ejemplo de las “7
vacas gordas y las 7 flacas” (Génesis
41:17-20, 26, 27). Aun las hormigas son más precavidas que muchos de
nosotros (Proverbios 30:24-25).
c.
También es imperativo
examinar ¿qué pedimos a Dios? Muchas
veces cuando recibimos bienes económicos, lo primero que hacemos es gastar en
diversión, etc. (Santiago 4:3).
4. En las bienaventuranzas, Jesús describe
a cierta clase de gente, él habla del pueblo
de Dios.
a. Así como el cuerpo necesita
alimentación, el alma también necesita alimentarse.
b. Hay una diferencia
fundamental entre tener hambre en el estómago y hambre en el corazón. Figuradamente tener hambre y sed significa
tener deseo ferviente, desear intensamente, anhelar, añorar, o apetecer.
c.
Tener hambre y sed de justicia significa desear intensamente hacer toda
la voluntad de Dios.
CONCLUSIÓN:
·
Los discípulos
del Señor, aunque sufran, padezcan hambre y lloren, siempre que tengan “hambre
y sed de justicia” recibirán gran consolación (Salmos 126:5-6. Cf. Hechos 8:4; Apocalipsis 7:17; 21:4).
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Las Bienaventuranzas IV
Las Bienaventuranzas V
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