“CONTRAATAQUE:
Operación defensiva contra el ataque enemigo, a fin de destruir sus fuerzas o
bloquearlo / Recuperar terreno perdido / Objetivo, impedir que logre el
propósito de su ataque”.
INTRODUCCIÓN:
· No cabe dudas que desde febrero del año en curso a la
actual crisis se le ha sumado las manifestaciones violentas y criminales por
razones políticas, las cuales evitan que llevemos una vida normal y salgamos a
trabajar o comprar los escasos y costosos víveres a riesgo de afectar nuestra
integridad física.
· Esta es una táctica
más de Satanás para intentar alejarnos de la iglesia y neutralizar su obra, usando el hambre y el sitio como medios para
ello, causando afán y ansia en la
gente para impedir que oigan el evangelio y ahogar la semilla del evangelio, e
inducirlos a fijar sus esperanzas en ideologías y promesas humanas efímeras y
falsas, en lugar de la fe en Dios.
I.
HAY ENEMIGOS QUE DEBEMOS
RESISTIR Y CONTRAATACAR.
A.
La “carne” es el primer enemigo a NEUTRALIZAR.
1.
NEUTRALIZAR: “se
entiende por impedir o dificultar el movimiento enemigo, así como anular / reducir
los efectos de su fuego” (Glosario de Términos Militares).
a.
Para combatir la carne (concupiscencia) es obligatorio
nutrirnos de la Palabra de Dios y hacerla morar en nuestra mente, alma y
espíritu (Colosenses 3:16; Santiago
1:22-25).
b.
Porque nosotros producimos nuestras maldades (Mateo 7:20-23; 15:19; Lucas 6:45).
B.
Una de las dificultades que enfrentamos como
cristianos es la tentación de la
maledicencia y el vilipendio contra las autoridades, cuando nos encontramos
en alguna cola para adquirir alimentos, etc., escuchamos a personas expresarse
de esa forma y nos insinúan que nos solidaricemos automática con sus posturas
políticas.
1.
Además es repugnante lo que usted puede ver y leer en
las publicaciones de las redes sociales.
2.
Ante esto sentimos el deseo de expresarnos dando apoyo
o no a tales expresiones, corriendo el riesgo de discutir e irritarnos, etc.,
es una tentación que debemos evitar (1
Pedro 2:11-17).
a.
En estos pasajes bíblicos es muy claro el respeto que
se debe tener a las autoridades.
3.
La crisis nacional que afecta a todos puede deberse al
energúmeno comportamiento en que ha caído buena parte de la población,
ignorando el mandamiento de Dios con respecto a las autoridades (Romanos 13:1-6). El versículo 2 habla
de las consecuencias espirituales e implica lo que sembramos.
4.
Pregúntese ¿Qué
gana usted al maldecir (hablar mal de) a las autoridades? Algunos no
distinguen entre criticar, cuestionar o quejarse e insultar u ofender al
gobierno. Todo esto nos ocurre por
dejarnos llevar por las pasiones de la carne, siguiendo la corriente del mundo.
5.
Si incurrimos en desobediencia al consejo de Dios
cayendo en tentación, es porque no nos ejercitarmos en su Palabra recordándola
constantemente (Santiago 1:13-15, 22, 25).
C.
El problema por el que reaccionamos con amargura e ira
(con
maledicencia y vilipendio contra las autoridades), como algunas personas
que sufren el asedio de la paranoia y la disociación:
1.
Es porque además de ignorar lo que dice el Señor en
estos pasajes, no hemos aprendido a
vivir con fe en momentos de abundancia y escases (Filipenses 4:11-13).
a.
Fue en momentos de escases que Pablo dijo: “Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece”.
2.
También es porque no nos hemos enterado de lo que Dios
quiere enseñarnos en medio de esta crisis como señalé en la conclusión del
sermón III de esta serie.
Se lo ilustro con
el relato de Duke
K. McCall - TODA ES PARA TI:
· “Cuando la
península de Corea estaba en sus "buenos tiempos" la vida era
extremadamente difícil; tanto así que en una familia un vaso de leche tenía que
ser compartido por todos los niños que hubiera en ella, y eso era considerado
como un lujo en la alimentación. Cada niño estaba acostumbrado a la escasez de
leche, y ya sabía que tanto debía beber cuando la tenían. Durante la guerra que
hubo en Corea (de junio de 1950 a junio de 1953), muchos niños se extraviaron,
y se dio el siguiente caso: Una enfermera de la Cruz Roja encontró a uno de
tales niños, y al verlo perdido lo recogió, y dándose cuenta que estaba
hambriento, le dio un vaso de leche. El niño ansiosamente comenzó a beber; de
repente dejó de hacerlo, y preguntó a la enfermera cuántos "traguitos"
podía beber. La enfermera, conmovida y con lágrimas en los ojos, le dijo:
"toda es para ti, bébela toda.”
CONCLUSIÓN:
·
Así,
pues, el Señor nos consolará con momentos de bonanza espiritual y material,
cuando hayamos aprendido la humildad, a compartir lo poco o mucho con el
prójimo y a no insultar a las autoridades.
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