TEMAS COYUNTURALES XVIII
Por José Carvajal
(Tito
1:5).
I.
LA
CENA, SERVIR, MÉTODO Y AUTORIDAD GENÉRICA.
A.
Algunas hermanas me comunicaron que
tuvieron un desacuerdo con uno de los dirigentes de la Cena del Señor, porque
él no empleaba el removedor para agitar el fruto de la vid.
1.
Pero ¿dónde está el pecado? Bueno, en las
consecuencias de la actitud y respuestas del hermano:
a.
No edifica, sino que escandaliza y apabulla
a las hermanas (cf. 1 Pedro 3:7).
b.
Viola lo acordado por la junta de varones
y la iglesia (cf. Gálatas 3:15).
c.
Contradice la doctrina bíblica sobre la
autoridad genérica (2 Juan 9).
d.
Es un mal ejemplo para los dirigentes
nuevos porque promueve la anarquía (cf. Tito
2:7).
e.
Rompe la unidad del cuerpo de Cristo, la
iglesia (1 Corintios 1:10; Efesios 5:21).
B.
De la Cena del Señor se debe diferenciar
los elementos imprescindibles que la integran.
1.
Ésta, está formada por cuatro (4) elementos
físicos (literales), conmemorativos del sacrificio de Cristo, que son el pan sin levadura, el fruto de la vid, la
copa o vaso (Mateo 26:26-29; 1
Corintios 10:16-17), y la mesa del Señor (1 Corintios 10:21), que engloba a los otros tres.
C.
Sobre la base bíblica de la autoridad
genérica (libertad dada por Dios para escoger), se pueden disponer de utensilios opcionales para facilitar el
servicio del acto de adoración. Ejemplo:
1.
Manteles para la mesa, florero para
decoración, etc.
2.
Plato y tapa, servilletas o paño, etc.,
para colocar y distribuir el pan.
3.
Tapa para la copa, removedor, servilletas,
etc.
D.
La iglesia y la junta de varones, autoriza
el uso de estos utensilios u otros, pues, no contravienen los mandamientos y armonizan
con el buen orden y decoro (1 Corintios 14:40).
1.
Al hacerlo así, se establece en la
iglesia un acuerdo inviolable (Mateo
18:19-20; Gálatas 3:15).
2.
En este sentido, ninguno de los que
presiden el acto de la Cena, así como cualquier otro acto, tienen autoridad
para cambiar a motu propio lo que
la iglesia aprobó. Por ejemplo:
a.
Cuando el fruto de la vid es elaborado
artesanalmente, el uso del removedor cumple con el propósito de hegemonizarlo,
pues, se asienta en el fondo la parte más densa del jugo de la uva (concha y semilla), en medio se condensa la
pulpa y arriba parte del agua de la uva.
b.
Si usar un removedor es lo autorizado por
la iglesia, nadie puede cambiar lo acordado.
Cualquier cambio debe plantearse en
junta de varones y luego ser aprobado por la iglesia.
c.
Cabe acotar que, remover o no el fruto de la vid, no cambia en nada su
significado espiritual, en cualquier forma es la sangre de Cristo. Ese no es el asunto ni el punto aquí.
d.
El punto en
discusión es, creerse con autoridad para a decidir a motu propio, no usar el
removedor.
Cualquiera que sea la razón o argumento que tenga para hacerlo, para nada
cuenta, y lo mismo aplica para las servilletas, las tapas de la copa y el
pan, etc.
E.
Es una muestra de inmadurez y rebeldía
contravenir lo enseñado y autorizado en la doctrina de Cristo por mandamiento específico o genérico, ejemplo
aprobado e inferencia necesaria.
1.
Quienes no aceptan lo que la iglesia ha
aprobado por medio de autoridad genérica, no deben dirigir ningún acto del culto. No son idóneos para ello (cf.
2 Timoteo 2:2).
2.
Porque causan división (1 Corintios 1:10; Romanos 16:17).
3.
Y quedan expuestos a una segunda
advertencia para aplicarle la excomunión (Tito
3:10).
CONCLUSIÓN:
- Las hermanas
que hicieron la observación sobre este caso tienen la razón, hicieron bien
y las felicito.
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