INTRODUCCIÓN:
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En la sociedad moderna la borrachera se considera
una “enfermedad”, pero
Dios dice que ¡es un pecado! (1 Corintios 6:10).
·
El cristiano debe ser firme y decidido para rechazar y condenar esta práctica (Efesios 5:11).
A. La embriaguez es la pérdida total o parcial de la conciencia (Efesios 5:18).
1) Total = pérdida
absoluta del control de conciencia.
2) Incompleta = la capacidad intelectual
se entorpece y disminuye la actuación moral, responsable y libre.
3) Acarrea
daño a la
salud corporal, a la armonía familiar y la convivencia social.
4) Algunos
argumentan que está bien beber con moderación sólo que no se
emborrache, pero 1 Pedro 4:3 no
solamente condena la borrachera sino también las
fiestas para beber -potos, (disipación) quiere
decir "una sesión de
bebida" (Vine)- y la versión New American Standard la
traduce "drinking parties" (fiestas para beber).
5) Se ha
establecido con toda certeza que el consumo mínimo de alcohol afecta la función del cerebro.
B. Advertencia
contra los consumidores de bebidas alcohólicas.
1) Atrae
burla y vergüenza (Proverbios 20:1).
2) Conlleva
pleitos, agresiones y dolores (Proverbios
23:29).
3) La
embriaguez es una corona de soberbia y altivez (Isaías 28:1).
C. El
cristiano debe cuidarse solo (Lucas
21:34).
1) No debe
juntarse con bebedores.
2) Antes
bien llenarse del Espíritu Santo (Efesios
5:18).
CONCLUSIÓN:
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La bebida alcohólica produce insensibilidad (falta de ética, moral y respeto) en las
personas.
·
El cristiano contribuye con la predicación del
evangelio para que sean sensibles a la ley de Cristo y sean salvas de esta
perversa generación (Filipenses 2:15).
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