¿PUEDE EL CRISTIANO AMONESTAR AL GOBIERNO? Hay países que nunca más se levantaron por la maldad de sus altos funcionarios y sus pobladores, al no priorizar la justicia y promover las perversiones morales, etc. Dice la Biblia: “La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones.” (Proverbios 14:34).

“El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15).

INTRODUCCIÓN:

·       En el tercer sermón de la serie “COMBATE ESPIRITUAL”, hice reprensiones morales sobre la responsabilidad que tienen los que gobiernan la nación y demás políticos, los poderes económicos y los medios de producción de alimentos, bienes y servicios, por haber causado ésta aguda crisis nacional que atenta contra la ley de Dios (Mateo 6:11).

·       Para el cristiano no es suficiente que pueda ejercer su libertad de expresión y hablar contra las políticas del gobierno de turno o contra las injusticias y delitos cometidos por los que se oponen a las autoridades (Romanos 13:2), sino principalmente, que sus acciones sean tutelados por la ley de Dios (1 Corintios 9:21). Esto último, es lo más importante.

I. NACIONES ENTERAS HAN CAÍDO EN DESGRACIA POR LA DEGENERACIÓN MORAL.

A.    Hay países que nunca más se levantaron por la maldad de sus altos funcionarios y sus pobladores, al no priorizar la justicia y promover las perversiones morales, etc.

1.    Dice la Biblia: “La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones.” (Proverbios 14:34; 13:6).

2.    La mayoría de los gobernantes no están en armonía moral e intelectual con las normas sagradas de la Biblia, en lo particular con el Nuevo Testamento.

3.    Por eso debemos esforzarnos por contrarrestar la inmoralidad e incredulidad aun de los gobernantes, con enseñanza bíblica, ayudando a prevenir, advirtiendo, reprendiendo (cf. 2 Timoteo 4:2; Tito 2:15).

4.    Hacer esto representa un gran riesgo, pues, es labor solo para los más aptos, los que el Señor designe (cf. Mateo 14:3-5; Marcos 6:18-19; Hechos 9:15-16).

II. PREDICAR LA VERDAD (voluntad de Dios) PARA LOGRAR UN VERDADERO CAMBIO.

A.    El cristiano puede ejercer su libertad de expresión y hablar contra las políticas que atentan contra la ley de Dios y trabajar con otros para lograr un cambio.

B.    Enseñar el límite ordenado por Dios para el Gobierno humano (Romanos 13:1-4).

C.    Hablar al gobierno sobre sus errores y abusos de poder (Hechos 12:20-24; 24:27).

1.    Corregirlo cuando tergiversa los hechos (Hechos 21:37-40; Hechos 24:24-26).

2.    Denunciar los errores del Gobierno cometido contra el pueblo (Hechos 16:37).

3.    Juan 7:51 ¿Acaso eran los judíos y el imperio más justo que los gobiernos hoy?

4.    Votar para expresar los deseos de un cambio en la conducción de la nación. Aunque en muchos casos, solo sirva para escoger el candidato menos malo entre los peores, de allí que el voto electoral no deja de ser más que un simple voto.

CONCLUSIÓN:

·       La sociedad protesta contra los gobernantes, muchas veces de forma violenta (aunque sus dirigentes digan que es protesta pacífica), pero Dios aborrece la violencia (Salmos 2:1-2).

·       Ayudar en forma pacífica a un cambio social, económico y político en la nación exige paciencia longánima, evangelismo y oración consecuente (1 Timoteo 2:1-4).

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